Se trata de una prueba piloto del Ministerio de Educación y Derechos Humanos, en convenio con la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, que llegará a más de 13.000 estudiantes.
A través del Programa de Comedores Escolares se sumaron cuatro kilos de fruta y seis de verduras frescas a los productos alimenticios que se distribuyen desde el inicio de la suspensión de las clases presenciales, como lácteos, legumbres, fideos y arroz, harina, aceite, azúcar, avena, tomate triturado y choclo en lata, te o mate cocido, y mermelada.
La distribución de los alimentos, a los que ahora se sumaron frutas y verduras en siete ciudades de la provincia, comenzó este jueves con la llegada a 9.720 estudiantes, de los 13.320 incluidos en esta primera etapa. Los operativos cuentan con una activa participación de los respectivos Consejos Escolares.
El convenio con la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén fue firmado en enero de este año y comenzó a instrumentarse con el inicio de clases.