A través del servicio de alimentación, miles de niñas, niños y jóvenes estudiantes de la provincia reciben el almuerzo, desayuno, merienda y/o refrigerio reforzado. Cada menú se plantea respetando las necesidades nutricionales de las diferentes edades, y priorizando la compra local, con alimentos sanos y de calidad.
El equipo de nutricionistas del Ministerio de Educación y Derechos Humanos lleva adelante una planificación detallada para cada nivel educativo, adecuándola a las nuevas normativas vigentes.
“Desde aquí se organiza la logística del programa, planificando los servicios de alimentación con antelación, es decir que, a partir de septiembre u octubre se comienza a calcular la cantidad y el tipo de alimentos, que se adquieren a través de licitaciones públicas o mediante los convenios con municipios”, sostuvo Violeta Rosenzvaig.
Con respecto a la confección de los menús, agregó que para hacerlo se tienen en cuenta las Guías Alimentarias para la Población Argentina, buscando cubrir los requerimientos nutricionales de los estudiantes y cubrir la demanda de proteínas, vitaminas y fibra, e impulsar el consumo de frutas, verduras, legumbres y granos integrales.
“En los servicios incluimos los alimentos regionales, por ejemplo, la carne ovina y caprina que se produce localmente en la región Sur, y las frutas y verduras de nuestros valles. La fruta es muy importante para nuestro programa ya que no solo la incluimos en el comedor, sino en el desayuno y la merienda, para que los chicos tengan ese alimento fresco, rico, dulce, que tiene agua, fibra y minerales, y que les da saciedad”, agregó Gisella Satelier, otra de las profesionales a cargo.
Durante el año, el área de Alimentación y Nutrición Escolar continuará trabajando para brindar servicios de alimentación nutricionalmente completos donde se promueva una alimentación saludable compartida con sus pares, que luego puedan sostener a lo largo de la vida