El botulismo es una enfermedad producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. En condiciones ambientales adversas, esta bacteria adopta una forma latente conocida como espora botulínica. Cuando estas esporas germinan, producen neurotoxinas altamente tóxicas para el sistema nervioso.
Estas esporas pueden estar en el polvo, en el suelo, en sedimentos de agua dulce y salada, y contaminar ciertos alimentos. Además, las verduras, las especias, las hierbas, los tés y la miel pueden contener naturalmente esporas de Clostridium botulinum.
El botulismo infantil se produce cuando un bebé ingiere esporas de la bacteria, las cuales se multiplican en el interior de sus intestinos y liberan la toxina que causa la enfermedad.
Estas bacterias son inofensivas para los niños mayores de un año y para los adultos. Esto se debe a que sus sistemas digestivos, más maduros, son capaces de desplazar las toxinas por el cuerpo antes de que les causen algún daño.
Ante la sospecha de botulismo infantil, es fundamental buscar atención médica inmediata ya que esta enfermedad puede ser potencialmente mortal.
En días ventosos, mantené las aberturas de la casa cerradas para evitar el ingreso de polvo y no salgas con tu bebé al aire libre.