“Soy la mamá, la abuela, la amiga”, cuenta mientras corta con precisión las rodajas de pan y prepara la mermelada para untar. Casi al mismo tiempo la tapa de la tetera rechinando sobre la hornalla anuncia que todo está listo para la merienda. Sus compañeros trabajan a la par, son un equipo. Flor Fuentes tiene 54 años y es una de las trabajadoras del servicio de apoyo con más experiencia en la escuela rural N°27 de Allen.